miércoles, 7 de octubre de 2009

Nunca… Tal vez

Mareada, enferma y desolada esperaba una palabra … una sola palabra tuya para que estas nauseas no se convirtieran en solamente una excusa para estar alejada de ti, en medio de las hienas quienes con sus ojos alertas, y su voz inquietante e insoportable no hacían otra cosa que decirme que tu volverías algún día, cuando aquellos pingüinos soportaran el sol o cuando los peces se escabulleran en el cielo azul … Solo así ellas mismas te sacarían de aquel lugar que solo tu frecuentabas, podrían llevarte de la mano a mi lado, pero mi insoportable terquedad no me dejaba en paz , mientras que aquella canción, que sirvió como excusa para que alguna vez existieras carnalmente en mi vida, no paraba … de sonar una y otra vez.
Tal vez fui lo bastante ingenua, al dejarme enredar lenta y dolorosamente en tu cerebro, transformándome así en un parasito de tus ideas… claro esta... dejando una pequeña parte de mi por ser descubierta.

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