miércoles, 8 de abril de 2009

Cansada de invernar

Mirando por la ventana de mi cuarto,con la plena seguridad de que tu sucia e inigualable cara iba a parecer, para captarla a través de mi vista periférica, mientras tanto, iba trasformando cada parte de mi rostro para que cuando llegaras me vieras igual, como el primer día, aquel día en donde dijiste que no había ningún ser, que se acercara a mi aterrorizante y perturbadora fealdad. Esas hermosas palabras fueron las que me hicieron volver a nacer, pero al mismo tiempo son las culpables de que me encuentre en este estado… haciendo memoria, un poco aturdida y con fuertes palpitaciones en mi pecho,recordé que talvez no fui lo suficientemente fiel a ti, al enredarme, sin querer con aquellas sanguijuelas que se introdujeron lentamente en mi piel y me hicieron sentir un placer exquisito, placer que tu nunca me habías hecho sentir. Al recordar ese momento encantador, me sentí un poco aliviada sin embargo continuaba en la angustiante espera del fin.

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